La comunidad científica y de investigación expresó interés en el cable submarino Humboldt, que conectará Chile con Australia y seguirá desde allí a Singapur, importante polo digital de Asia.

“El cable Humboldt va a representar un crecimiento enorme en cuanto a las vinculaciones y capacidades de la región para cooperar y desarrollar capacidades de investigación conjuntas con redes de investigación y educación ubicadas en Asia”, señaló el director ejecutivo de RedClara, Luis Cadenas, durante un webinar organizado por el banco de desarrollo de América Latina CAF.

RedClara, organización formada por 13 países de la región que consumió unos 4.520TB de datos en 2018, fue mencionada como uno de los potenciales clientes en los estudios de factibilidad y sinergias del cable submarino. A través del socio estratégico H2 Cable, se están iniciando conversaciones con redes científicas de Australia, Singapur y Nueva Zelanda, indicó Natalia López, gerenta de proyectos digitales del fondo estatal chileno de infraestructura Desarrollo País, durante el mismo evento.

Consultado sobre la llegada de nuevas rutas submarinas como Humboldt o EllaLink a la región, Cadenas indicó que “el impacto es muy grande, porque la comunidad científica a nivel latinoamericano tiene una creciente necesidad de manejar grandes cantidades de datos”. Cadenas se refirió especialmente a los grandes volúmenes de información que manejan los observatorios astronómicos ubicados en Chile.

El subsecretario de telecomunicaciones de Chile, Claudio Araya, señaló que una de las recomendaciones de los estudios de factibilidad y sinergias de Humboldt es evaluar la posibilidad de extender la infraestructura submarina hacia la Antártida. El país ya anunció un estudio de factibilidad para conectar la Antártida. En tanto, Silica Networks —que también tiene relación con la comunidad académica, ya que conecta uno de los observatorios chilenos— está realizando su propio estudio para tender un cable submarino a la Antártida.

Asimismo, se está estudiando conectar la nueva infraestructura submarina con rutas existentes a África y Europa para crear un corredor transoceánico. Además de la comunidad científica, Desarrollo País apunta a sumar clientes como proveedores de contenido global, compañías regionales de telecomunicaciones, proveedores de servicios de internet y empresas privadas de TI.

Desarrollo País confirmó hace poco que todavía está en proceso de validar la viabilidad económica del cable transpacífico Humboldt. “No esperamos tender un cable que no tenga uso”, aseguró López.

A fines de este año, Chile espera tener un modelo financiero claro para el Humboldt y un proceso de preventa finalizado. Además, espera poder cerrar el contrato para su construcción. Paralelamente, está trabajando en el diseño final de la ruta. Inicialmente se mencionaron inversiones por US$650 millones, pero actualmente se calculan en torno a US$450 millones. Los costos se definirán a partir del llamado de requerimiento de propuestas (RFP).

El cable Humboldt debiera captar cerca del 18% del tráfico entre Sudamérica y Asia. Los estudios iniciales indican que el tráfico entre ambas regiones podría crecer alrededor de 28% cada año en los próximos 25 años.

Cooperación internacional

Argentina ratificó su interés de participar en el proyecto de conectividad transpacífico en abril de 2022. Junto con Chile están sosteniendo reuniones bilaterales para definir la participación de la estatal argentina Arsat en la iniciativa.

Chile también tiene negociaciones avanzadas con Brasil y está haciendo gestiones para que Uruguay se integre al proyecto.

Por otra parte, naciones mediterráneas como Bolivia y Paraguay se beneficiarían considerablemente de una conexión directa con el cable submarino Humboldt. López aseguró que se están entablando conversaciones con ambas.

Fuente: BN Américas

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