Sepa qué son las redes resilientes, sus características y beneficios
¿A quién no le ha pasado que estando en medio de una videollamada se interrumpe la conexión? En tiempos en que el uso de Internet ha proliferado más allá de la búsqueda de información o el envío y recepción de correos electrónicos, es fundamental que las redes que proveen esa conexión sean robustas y resistentes para entregar siempre una señal estable.
Pero ¿qué significa ser resiliente en el rubro de la conectividad? La resiliencia de la red se define como qué tan rápido puede volver a funcionar con todas sus capacidades y velocidad luego de una caída/interrupción en la señal y reanudar la conexión. “Si las redes de conexión a Internet no contaran con esta característica, las caídas en la trasmisión de la señal durarían horas y hasta días, viendo interrupciones en procesos tan simples y necesarios como la compra de víveres, hasta complejos escenarios de sistemas de ciberseguridad completamente deshabilitados y en jaque. La resiliencia de las redes es precisamente lo que nos entrega la confianza que tenemos en el sistema, sin resiliencia Internet no sería un lugar seguro”, dice Enrique Villagra, gerente de la unidad de negocios de comunicaciones de Silica Network.
Tal como el ejecutivo señala: la resiliencia de las redes es lo que nos da confianza en el uso de Internet. Gracias a la confianza que la resiliencia de las redes entrega a los usuarios, ha aumento el uso de herramientas virtuales, como la nube para el almacenamiento de información y la opción de versiones web de software que tradicionalmente se descargaban en los dispositivos desktop y móviles. “La resiliencia de las redes permite confiar a nivel casi inconsciente, porque como usuario ya no cuestiono que el Internet sea un lugar seguro para guardar mi información. Yo subo mis fotos, documentos y otros archivos a la nube sabiendo que, ante cualquier eventualidad, de igual modo tendré acceso a mi información desde mi computador, teléfono móvil o tablet”, agrega el especialista.
Para entender la resiliencia que requieren las redes debemos identificar los riesgos a los que están afectas y que podrían causar las fallas o interrupciones en su funcionamiento. Una de ellas es el factor ambiental. Es impredecible y corresponde a una causa externa que no está relacionada con la naturaleza de su función, pero tiene un impacto inmediato. “Un accidente vehicular o un desastre natural puede que dañe un tendido de fibra óptica que es parte de una red interrumpiendo la señal que desde ese punto se emite. Por lo anterior es necesarios que las redes estén compuestas por varios tendidos de fibra óptica interconectados entre sí, por lo que no necesariamente la interrupción en un tendido afecte a toda la red”, destaca el ejecutivo de Silica Networks.
Otra causante de fallas en la señal de las redes son los cortes de suministro de energía eléctrica. En estos casos, corresponde a las compañías responsables reparar el daño causado para reanudar el suministro de energía. “Para estos casos, es recomendable que los centros de distribución de señal de Internet cuenten con generadores de emergencia, para no ver su servicio interrumpido por falta de energía”, puntualiza.
No todas las causas son externas. Una ‘explosión’ de uso de las redes podría causar también una falla en la transmisión de una señal fuerte. “Hemos visto cómo altos volúmenes de tráfico en la web han puesto en jaque las estructuras de soporte digital, con sitios caídos y señales intermitentes. Siempre una alta demanda que se da en un momento determinado pone una presión adicional a las redes y estas deben contar con sistemas lo suficientemente robustos para continuar entregando una señal que permita que el usuario final pueda completar la tarea que requiere en Internet”, expresa Villagra.
